Ante un sistema electoral que presenta cada vez una mayor competencia, el país evidencia marcadamente los efectos del proceso de elecciones presidenciales en su economía. Algunos especialistas de Standard & Poor’s han señalado que, durante el año electoral, el Producto Interno Bruto (PIB) de un país presenta un crecimiento notorio debido a que las administraciones salientes, aparte de financiar el proceso electoral, inyectan mayores cantidades de recursos a la conclusión de obras de infraestructura, la creación de empleos y la distribución de un mayor gasto social. Lo anterior, con el objeto de generar un mayor bienestar social que sea redituable en las preferencias de los electores hacia el partido oficialista. En contraste con dicho crecimiento, los especialistas también señalan que durante el año post electoral tiene lugar un fenómeno de ralentización; mismo que incluso tiene un impacto negativo en el PIB debido a la suspensión del gasto público y los retrasos en la ejecución del presupuesto [2]. Este, dicho sea de paso, es un ciclo que podríamos estar presentando en los próximos años 2024 y 2025, tras el cambio de administración.
De acuerdo con el informe “Perspectivas económicas”, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)[3], el 2024 plantea diversos retos a nivel mundial: alta inflación, desaceleración económica, aumento generalizado en las tasas de interés, inestabilidad geopolítica por la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en el Medio Oriente; además de los efectos adversos que nos han dejado los conflictos comerciales entre China y Estados unidos (EE. UU.) y la pandemia del COVID-19. No obstante, el pronóstico del Banco de México apunta a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.6 por ciento[4], una tasa de crecimiento positiva pero más moderada durante este año. Lo anterior, debido a que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene como estrategia el fortalecimiento del consumo privado, alentado por el aumento al salario mínimo y la dispersión de recursos a través de programas sociales; la inversión privada producto del nearshoring; y la inversión pública en infraestructura, proyectos insignia del actual gobierno que buscan ser concluidos este año, por lo que se aumenta el gasto en un 4.3 por ciento en términos reales el próximo año, o un 9.3 por ciento nominalmente, a 9 billones de pesos[5]. Asimismo, las principales variables económicas se proyectan de manera positiva, como el tipo de cambio, inflación a la baja, llegada de inversión extranjera y llegada de divisas por turismo y remesas.
Con esto, tenemos al primer elemento en nuestro ciclo económico: un gasto público amplio que suma al crecimiento económico del país y que busca consolidar el legado de Andrés Manuel López Obrador antes de las próximas elecciones presidenciales. En el segundo elemento del ciclo económico, es necesario revisar las propuestas y equipo económico de las dos principales aspirantes a la presidencia de la República con la finalidad de adelantar si sus acciones políticas fortalecerán o frenarán la economía nacional y a sus efectos casi inmediatos en 2025. En este sentido, la precandidata única de Morena, y de los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) a la Presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo, bajo el concepto de “prosperidad compartida” ha delineado en su propuesta económica, un desarrollo económico sustentable y uno en el que las inversiones generen bienestar en la población. La morenista, consciente que el crecimiento provendrá del nearshoring, pero también del mercado interno, prevé continuidad en distribuir sustantivamente recursos hacia la población con menor poder adquisitivo y menores oportunidades con el objetivo de darle dinamismo a la economía mexicana. En materia fiscal, la candidata ha enfatizado continuamente la fortaleza de las finanzas públicas y, antes de plantear la realización de una reforma fiscal, ha propuesto fortalecer los mecanismos de recaudación; aunado a esto, sostiene la necesidad de mantener la disciplina financiera por parte del Gobierno, así como la autonomía del Banco de México[6].
En mismos temas económicos, destaca la incorporación de Gerardo Esquivel, especialista reconocido en economía aplicada, economía regional y macroeconomía, quien fuera subgobernador del Banco de México, al equipo de Claudia Sheinbaum. En su paso por el banco, éste mantuvo una independencia con respecto al presidente; actuando adecuadamente hacia su objetivo: preservar el valor de la moneda nacional. De la misma forma, durante la pandemia, se encargó de instrumentar diferentes iniciativas para proveer de liquidez a los mercados. Otros actores que aunque no forman parte del equipo de campaña, tienen una gran cercanía a la candidata de MORENA por lo que resulta probable que ocupen un espacio en el panorama administrativo (en el caso de que el partido resulte victorioso en la jornada electoral del mes de junio), son Luz Elena González Escobar, Secretaria de Administración y Finanzas de la CDMX, Promotora de la política de no endeudamiento y de la coordinación del sector público con la IP en la Ciudad; Raquel Buenrostro Sánchez, Secretaria de Economía en el gobierno federal, con quien Sheinbaum ha destacado sus diálogos sobre temas económicos y de finanzas públicas; y por último (pero no menos importante) Juan Pablo De Botton Falcón, Subsecretario de Egresos de la SHCP, quien formó parte del equipo económico de AMLO durante la transición contribuyendo a la estrategia macroeconómica y financiera de la presente administración.
Ahora bien, por parte de la precandidata única del PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez, tenemos como referencia a los apuntes de su proyecto económico, los denominados “Xochinomics”, que son diez puntos en esta materia; entre los que destacan: respetar el estado de derecho; invertir en infraestructura, con líneas de gas al sureste, así como líneas de transmisión a las zonas industriales; gastar los recursos de forma inteligente, por parte del estado, y dar un manejo responsable a la economía; reducir la desigualdad; impulsar el desarrollo regional sostenible con identidad; e impulsar el nearshoring[7]. En relación con el equipo que la estará acompañando para la resolución de los temas económicos, vale la pena resaltar que éste fue conformado con base en el acuerdo entre los partidos integrantes del Frente, más que por personas cercanas a ella; o bien, con su afinidad ideológica. Este último punto, lo veremos también reflejado en el convenio de gobierno de coalición que sea determinado, en caso de resultar ganadores de la contienda presidencial, así como en la configuración de su gabinete. En este contexto, destaca José Ángel Gurría, ex secretario de Hacienda y coordinador del Frente Amplio por México, a quien se le identifica con una política fiscal y monetaria ortodoxa y una disciplina en la estabilidad macroeconómica. Otro personaje destacado, pero con una mayor cercanía a Xóchitl Gálvez es Fernando Turner, exsecretario de Economía de Nuevo León y CEO de Katcon, una empresa con operaciones y plantas en China, quien tiene una visión de una política industrial más activa para aprovechar el potencial del nearshoring, un mandato dual en Banco de México y un abandono del consenso neoliberal.
Tras las consideraciones anteriores sobre las dos principales aspirantes a la presidencia de la República, tenemos que hay una pugna por la estabilidad macroeconómica y el aprovechamiento de la coyuntura que abre el nearshoring. Las principales diferencias en los proyectos radican en un mayor gasto social del Estado, propuesto por Claudia Sheinbaum, y una mayor apertura al mercado, propuesta Xóchitl Gálvez. No obstante, no se tienen alertas considerables que puedan impactar de manera negativa a la economía y se prevé, en este sentido, que las elecciones transcurran en el marco de la legalidad y de los estándares democráticos. Por su parte, Claudia Sheinbaum sugiere una transición ordenada debido a la continuidad en el proyecto y de algunos funcionarios hoy en gobierno, además de la cercanía del equipo de Claudia con la presente administración. Xóchitl Gálvez, en oposición, plantea una fractura transexenal, una situación que, dicho sea de paso, complicaría la transición y supondría una curva de aprendizaje en el ejercicio de los recursos públicos y la atracción de inversiones, lo que podría o no suponer un impacto a la tendencia del crecimiento económico.
Por último, y a manera de conclusión, señalo que tres elementos adicionales pueden determinar si el ciclo económico que hemos visto desde la década de los 90’s se cumple: el primero, la conformación del congreso; es decir, si logran conformar mayorías afines. El segundo, el cambio de gobierno se dará el 1° de octubre, lo cual sugiere que habrá una transición más rápida y sobre todo, el nuevo gobierno por primera tendrá el control en el diseño de su primer presupuesto. El tercer lugar, la tendencia del nearshoring que brinda una oportunidad de crecimiento sostenido, nuestro país está siendo un punto de atracción importante en términos de inversión extranjera directa (IED), esto se debe a diversos factores como su cercanía geográfica con los Norteamérica, costos competitivos de mano de obra y los Tratados Comerciales. Sobre este último, si bien el panorama económico global para 2024 es complicado, el nearshoring[7]. tiene el potencial de reducir los efectos negativos en México de las grandes disrupciones mundiales e, incluso, proveer beneficios importantes en este entorno: el traslado de las plantas productivas del extranjero a nuestro país podría generar valor a las empresas ya establecidas en el país, un aumento significativo de empleos y un efecto en la calidad de vida de la población. Se trata de una oportunidad que el Gobierno debe aprovechar, debemos aspirar a que el desarrollo económico no sea condicionado por las estrategias con tinte electoral del gobierno en turno y que los nuevos gobiernos tengan continuidad en aquellos proyectos que aseguren un bienestar para el país.
Referencias:
[1] Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
[2] https://www.forbes.com.mx/sp-descarta-riesgos-en-mexico-por-elecciones-de-2024-pero-preve-que-la-economia-se-debilitara/
[3] https://www.oecd.org/perspectivas-economicas/noviembre-2022/
[4] https://elpais.com/mexico/economia/2024-01-09/el-banco-mundial-mejora-levemente-su-perspectiva-para-mexico-y-ve-un-crecimiento-de-26-para-este-ano.html
[5] “Criterios Generales de Política Económica 2024” SHCP, Gobierno de México.
[6] “Con el nearshoring, el reto es lograr prosperidad compartida: Claudia Sheinbaum” https://www.eleconomista.com.mx/politica/Con-el-nearshoring-el-reto-es-lograr-prosperidad-compartida-Claudia-Sheinbaum-20230813-0071.html
[7] “Xóchitl Gálvez plantea ‘Xóchinomics’, su visión para eliminar la desigualdad” https://politico.mx/xochitl-galvez-plantea-xochinomics-su-vision-para-eliminar-la-desigualdad
Este artículo fue escrito por Valentín Galindo, Consultor en Grupo Estrategia Política.
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