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La educación como herramienta para el progreso en México 

La educación media superior y superior en México ha experimentado cambios significativos en la última década, con una primera serie de reformas impulsadas por el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) en las que se implementó la Reforma Integral de la Educación Media Superior que buscó mejorar la calidad y relevancia mediante la aplicación de instrumentos estandarizados. En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), el enfoque cambió hacia un modelo educativo autodenominado “integral y congruente con la realidad del país”, abandonando las pruebas estandarizadas y priorizando el acceso a la educación pública y gratuita, que se materializó en el programa llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM). 

La NEM promovió la educación como un derecho fundamental y un medio para la transformación social y la justicia, durante estos años se implementaron estrategias para abordar problemáticas educativas específicas, como el programa La escuela es nuestra, que otorgó autonomía y recursos económicos a las comunidades educativas para mejorar la infraestructura escolar. Algunos de los aciertos de esta política fueron el aumento en la matrícula de estudiantes de los niveles medio superior y superior, así como el mejoramiento de la infraestructura básica (agua, luz, drenaje, piso firme, etc.) de los centros educativos. 

Aunque históricamente existe un aumento en la matrícula de jóvenes en México, entre los países miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el país matricula solo entre el 33% y el 35% de los jóvenes en edad de asistir a la educación superior, en contraste con países como Alemania, Canadá y Japón, donde más del 50% de los jóvenes en las mismas edades asisten. 

Actualmente, en México solo egresan alrededor de 170 mil jóvenes al año especializados en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics, según sus siglas en inglés), estas disciplinas son la base para el desarrollo de los principales retos globales como cambio climático, seguridad energética, desarrollo sostenible e innovación tecnológica. Esta realidad impacta directamente en el crecimiento económico del país; hay expertos que sostienen que la baja matriculación es una de las causas por las que el crecimiento económico en México, medido a través del Producto Interno Bruto (PIB), no ha superado el 2% en los últimos años, mientras que otros países miembros de la OCDE, incluso en etapas de crisis, cuentan con crecimientos robustos por arriba del 2% anual. 

Algunas de las recomendaciones que hacen para aumentar la matriculación incluyen diversificar los campos de estudio (nuevas carreras) que ofrecen las universidades públicas, así como seguir trabajando para facilitar el acceso a estos niveles educativos principalmente a los jóvenes de bajos recursos en áreas rurales. 

Frente a la creciente oportunidad que representa el nearshoring o relocalización de cadenas productivas para México, y la transformación que está sufriendo el mercado laboral debido al mismo, que actualmente requiere nuevas habilidades y competencias que deben adquirir los jóvenes que están comenzando su formación profesional, así como la fuerza laboral que ya está insertada en los procesos productivos, es necesario reflexionar sobre el papel de la educación y los ajustes necesarios en ese ámbito para sacarle el mayor provecho y que el país se consolide como un centro de innovación y crecimiento económico. 

La educación es esencial para dotar de las habilidades técnicas y profesionales necesarias para quienes trabajan o trabajarán en industrias clave (tecnológicas, financieras, aeroespaciales, semiconductores, dispositivos médicos, etc.), mismas que buscan cada vez más nuevos espacios para establecerse. Por esta razón, los planes y programas educativos necesitan actualizarse y enfocarse principalmente en las demandas del mercado nacional, regional e internacional. En principio, un punto fundamental, aunque históricamente poco atendido, es el desarrollo de las llamadas “habilidades blandas”. Dichas competencias, siempre necesarias en ambientes de trabajo y de interacción interpersonal, adquieren una importancia aún mayor en un entorno globalizado y multicultural; deben permear toda la estructura empresarial, por lo que también es responsabilidad de los empleadores capacitar a sus liderazgos y trabajadores. Dentro de estas habilidades blandas destacan las siguientes: comunicación efectiva, empatía y liderazgo emocional, resolución no violenta de conflictos, colaboración y trabajo en equipo, resiliencia y resistencia al estrés, entre otras. Es importante destacar que la educación técnica en el país ha avanzado en línea con las necesidades del mercado laboral, lo que la convierte en el canal adecuado para ofrecer capacitaciones especializadas y desarrollar estas habilidades específicas. 

Otro factor clave sobre la incidencia de la educación en el progreso de México es que se fomenta la innovación y el emprendimiento en la sociedad. Por ello, es esencial incentivar la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, permitiendo a estudiantes y trabajadores desarrollar soluciones innovadoras o crear empresas competitivas en el mercado global. Además, esto debe ir acompañado de programas gubernamentales de apoyo e impulso para emprendedores y pequeñas empresas. La educación es una herramienta fundamental, si no la más importante, para reducir la brecha de habilidades, conocimientos y capacidades al interior del país de frente a otros países. Muestra de ello es que, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México registró recientemente un ingreso medio del 10% que es más rico es 15 veces mayor que el del 10% más pobre. Si bien esto refiere a una reducción histórica, esta es aún insuficiente, pues existen al mismo tiempo otros tipos de brechas que deben atenderse cuanto antes y que trascienden el acceso a la educación y el bienestar económico; e.g. la de género, la regional, etc. 

A manera de conclusión, me gustaría apuntar que la administración que está iniciando, encabezada por la Dra. Claudia Sheinbaum, tiene la oportunidad de pasar a la historia no solo por romper la barrera del género al frente del Ejecutivo Federal, sino también por su sólida experiencia y formación académica-científica que le permiten sentar las bases de una educación alineada con el contexto global, donde México tiene un gran potencial de prosperidad. Hasta el momento, la Dra. Sheinbaum ha señalado que sus programas educativos se centrarán en aumentar la inclusión de jóvenes con discapacidades y de aquellos que enfrentan barreras socioeconómicas y culturales, mediante la creación de más universidades públicas, espacios de aprendizaje que promoverán la diversidad y la igualdad de oportunidades.  

Adicionalmente, la Presidenta ha señalado que la Nueva Escuela Mexicana continuará siendo el pilar para alcanzar la excelencia educativa, con un enfoque no solo en desarrollar capacidades, sino en educar para la libertad y la creatividad. Con un fuerte componente de corresponsabilidad de todo el ecosistema educativo -familia, comunidad, maestro, escuela-, se busca reorientar al Sistema Educativo Nacional y promover la equidad contextualizada en las diferentes realidades que se viven al interior del país. La Dra. Sheinbaum ha propuesto también fortalecer a la educación profesional y técnica, garantizando que existan la misma cantidad de preparatorias que secundarias y enfocando esfuerzos en la materialización, para el 2030, de un modelo educativo híbrido y flexible. Por último, busca impulsar la vinculación entre el modelo de educación y las necesidades de los sectores prioritarios a través de la recién creada Secretaría de Ciencia, Humanidades y Tecnología. 

Con ello, podemos ver que el reto es enorme, pero también lo son las oportunidades que se están presentado para el país y los beneficios que se deprenderían para la nación durante muchas generaciones. 


OECD (2020). “Educación y habilidades para el crecimiento económico en México”. 

World Bank (2020). “México: Una estrategia para impulsar el crecimiento económico y la innovación”. 

McKinsey (2019). “Nearshoring en América Latina: Oportunidades y desafíos para México”. 

Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (2020). “Diagnóstico Integral de la Escuela”. 

Subsecretaría de Educación Básica del Estado de México (2020). “Nueva Escuela Mexicana”. 

Secretaría de Educación Pública, Subsecretaría de Educación Media Superior (2023). “La Nueva Escuela Mexicana (NEM): orientaciones para padres y comunidad en general”. 

Universidad Autónoma Metropolitana (2018). “La Reforma Educativa, el paradigma mexicano 2017-2019”. 

Universidad Autónoma de Aguascalientes (2020). “la reforma educativa de Enrique Peña Nieto: ¿Política pública en blanco y negro?”. 

Este texto fue escrito por Carlos Rodríguez, Consultor en Grupo Estrategia Política.

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